Hay personas, cuyas vidas han sido bendecidas solo con momentos maravillosos, recuerdos lindos que atesorar y otras, que hemos sido marcados por muchos hechos trascendentales a lo largo de nuestra vida. Momentos que nos han sacudido el alma, que nos ha hecho llorar hasta secarnos por dentro. Yo he pasado por situaciones dolorosas, tristes, terribles, duras, en las que, muchas veces, sé que se ha tambaleado mi fe, porque me he sentido irremediablemente sola, momentos en los que, mi única compañía, ha sido esa almohada que tantas lágrimas me ha visto derramar y que con amor y paciencia, se deja apretar con fuerza por mí, mientras soporta esos dolorosos encuentros.