Esta es la historia de una sábado y, claro, importa el mes, 15 de marzo, penúltimo día de la Feria del Libro en Santa Clara, para ser más exactos.¿Qué pasó? Simplemente debía presentar un libro ante un bullicioso grupo de niños que esperaban con ansias la llegada del titiritero, eso puede no solo hacerte dudar del valor de un libro, también me puso un poco nerviosa, aunque debo confesar: siempre me pongo nerviosa cuando tengo que hablar en público, y si es con micrófono, es doble el nerviosismo 🤭