Muchos de los que mejor me conocen entenderán que ayer, 21 de marzo, viví uno de esos días en que su incómodo, pero bondadoso espíritu, no se despegó de mi lado.
Me pasé el día recordándole.
Los vitrales de la Iglesia del Buen Viaje camino al trabajo me recordaron su Arcoíris 🌈. El tratamiento que Paco Mir, a través de ese símbolo, le da al dolor inesperado en su obra poética: inusitada, dramáticamente, lo hace vinculado siempre a su afán de trascendencia.
Demiurgo de la palabra, de un sentido que está más allá de lo común, en pequeños detalles, Paco habitualmente se manifiesta, sorprendiéndome, con un "aquí estoy" luminoso, en un destello que atraviesa el cielo, o en la luz que los cristales reflejan.
Disfrutando de la Peña de Bolero Tardes de la Bruma en la Uneac, que ayer se dedicó a esa inolvidable intérprete santaclareña que fuera Moraima Secada, contó no sólo con la formidable interpretación de la doctora Marcia Tandrón, acompañada en la guitarra por el fundador del espacio Enrique Cárdenas.
Y por coincidir con el Día Internacional de la Poesía, después del comentario sobre Moraima a cargo del poeta e investigador Alexis Castañeda ⬇️
Disfrutamos de la lectura de poemas que nos regalaron dos imprescindibles voces femeninas Mildre Hernández y Bertha Caluff.
Los de Mildre fueron poemas que muy bien pudieran ser declamados e incluso musicalizados, en tanto los de Bertha son de esos que han de leerse de manera íntima, como un susurro estremecedor.
Escuchándolas, rememoré, estimadas amigas, entrañables amigos de Hive, una de aquellas tardes en que a la sombra de la mata de mangos en su patio, el poeta me dejó caer, como la fruta madura que se desprende de la rama, otra inolvidable de sus lecciones, sobre las diferencias entre Lo Dramático y La Dramaturgia del Poema.
Conociendo que Paco era un hombre del Teatro, (había sido asesor literario del reconocido grupo Pinos Nuevos) me gustaba llegar a su casa en La Victoria, con algunas preguntitas anotadas, para provocar su desbordamiento de oportunas consideraciones.
Aquella tarde le pregunté sobre la Dramaturgia del Poema y luego de un silencio, en que uno lo veía engurruñar detrás de las gafas su entrecejo, soltó la semilla del mango, y tras limpiarse las manos y la boca con el pullover, respondió:
-La Poesía tiene que justificarse a sí misma dramáticamente sin la simpleza de ser, simplemente, pura poesía. Debe ser ajustada a una forma dramática que sepa esconder lo dramático, o al menos no dejar que se vislumbre de manera tan facilista. La Poesía verdadera seduce en tanto LO DRAMÁTICO no aflore meloso, insulso, lacrimógeno, trivial. Si ello ocurre, la emotividad ha apagado y vencido al Poeta. El Poeta ha de saber encausar sus emociones con una adecuada dramaturgia para el mejor disfrute de su receptor. De lo que se deduce que, un buen poeta, es aquel que dramáticamente no deja traslucir en su poema el instante dramático que le dió origen y que el lector siempre habrá de suponer, o trasladarlo a su experiencia. Lo segundo sería más fructífero: conquistar corazones a través de su propio padecimiento sin padecerlo con patetismo. Lo Patético, es exactamente todo lo contrario al dramatismo de un Poema, a nivel exacerbado, incurre en lo Dramático aborrecible.
Dicho eso, que dejé anotado por supuesto en mi cuaderno de apuntes, entendí de inmediato a qué se refería Paco, al decir Arcoíris 🌈 en sus textos. Llamar de ese modo al Tumor Cerebral que lo mataría en Abril de 1998, después de la 5ta intervención quirúrgica, siempre me pareció un gesto estremecedor, la más hermosa ironía jamás instrumentada, un acto de sincera valentía, un canto colorido a la vida, su venganza contra la Parca, el aseguramiento para instaurarse un lugar en la inmortalidad.
Si al llegar hasta aquí aún no me has entendido del todo, te lo ilustraré con sus propios versos:
!Ah! Cuando vuelva a mis verdes
y penetre triunfal
por las cavidades de los pinos.
Nadie creerá mi aroma,
nadie creerá mis aires volvientes
de los pulmones a la mar,
nadie creerá la pesca inolvidable.
!Ah! Cuando vuelva a mi verdes
la Isla se estrechará a las pulsaciones
y tendré que buscar del sol y las barcas
las crecidas de la sal y los vientos.
Nada me falta:
los pies anchos para andar,
el corazón extenso,
la risa profunda.
Nada me falta.
Tendré de nuevo los árboles,
las carreteras interminables.
!Ah! Tengo mi arcoíris despierto,
acabado de levantar entre las sábanas.
(Canto XXXVIII de Las Hojas Clínicas, Ediciones Unión, 1985 - Letras Cubanas, 2025)
Esa idea suya, del Tumor Cerebral como una Flor que recién despierta, de manera colorida, ataviada de disímiles colores como un 🌈 con la que cierra su 2do poemario, será retomada y extensamente desarrollada, dentro de la Dramaturgia que el poeta despliega en su Sinfonía Fantástica (Ediciones Unión, 1991)
Una suerte de noveleta lírica donde Francois (alterego de Paco) y Nomeolvides, han sido maldecidos por un malvado mago de circo llamado Jazmín, condenados a que sus almas solo puedan encontrarse cada 50 años. La maldición se rompe si Nomeolvides consigue parir un Arcoíris, hijo de Francois (pero ese 📕 merece una reseña posterior, más detenida, que nos ayude a desentrañar otros valores, que más allá de sus intenciones dramáticas el mismo trasluce, como el apasionamiento del poeta por La 🏝️ de Pinos, a quien consideraba la Coordenada Perfecta para el deslumbramiento y el engendro de la Poesía)
Y lo dejaré para otro momento porque donde verdaderamente a mí me ha conmovido y seducido, por lo "dramático" que resulta, no en el sentido que el Poeta condenaba y que decía se debe evitar, sino "Dramático Dramatúrgico", con alto valor estético, es en el poema PERDONADO que aparece en la página 70 de su 📕 póstumo, publicado por Áncoras en 2015 que cuenta en portada con el valor agregado de una multipremiada fotografía de Jaime Prendes.
Vean ⬇️
De regreso a casa, pensando en ese hombre tan auténtico que asumió su padecimiento como un regalo, una bendición, de modo tal que solía compararlo con el florecimiento en la naturaleza, a eso de las 6 y media de la tarde, antes de sentarme a escribir el poema del 🚂 que ayer compartí, tomé esta foto, justo llegando al Parque ⬇️
Observen el sorprendente destello de luz que cruza el mar celeste, precisamente sobre el verde del Hotel Santa Clara Libre, a mi derecha.
🤯🥹
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**El Banner, creado en Canva, con 📷 de @livanleyva es una gentileza de @yuraimatc**
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