The theme proposed as a daily challenge brought me many anecdotes of my youth, I have only changed the name of the character the rest is a real story of my college life.
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The big day had arrived, the date that all the students in the classroom were anxiously awaiting the presentation of the final paper. The exposition of this essay meant the passing grade of the course, as good students we left it to the last minute to finish the presentation. The night before it was 3 o'clock in the morning and we did not manage to finish the essay.
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At dawn we headed to the university with a sense of defeat and at the same time with sorrow to see and talk to the professor to seek a second chance. None of us in the group dared to show our faces, suddenly our classmate Erick said: I'll do it, leave that to me... indeed when we arrived at the classroom he patiently advanced directly to the professor. His body exhibited a great naturalness, feigning a face of sadness and concern... suddenly he began to tell a fictitious tragic story that had happened to him the day before, which was the reason why he had been unable to fulfill his part of the essay. He asked to be punished and not the rest of the group; therefore he begged the teacher for a second chance to present this essay. He was so good that the teacher gave us a second chance.
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I believe that today, 30 years after that event, all of us who went through college or in a company had a colleague with those characteristics, being an expert in the art of lying. Our friend Erick, over time was colloquially called a fresh lie because he did not hesitate for a second to tell and assure a lie in order to save himself from any situation.
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During the first years of his professional practice this art served him well, he even climbed up the ranks because he could always say and promise things. Today at the end of his days his ability to lie is considered an art but his credibility is on the floor. When we get together as a group for a get-together or coffee, people always make fun or laugh at whatever he tells us because doubt comes first. Erick is a person who lies so much, if he wanted to write a book on how to develop the art of lying, it would be a best seller because his techniques are infallible.

Translated with DeepL.com (free version)

En Español

El tema propuesto como reto diario me trajo muchas anécdotas de mi juventud, solo he cambiado el nombre del personaje el resto es una historia real de mi vida universitaria.
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El gran día había llegado, la fecha que todos los estudiantes del salón esperaban con ansiedad la presentación del trabajo final. La exposición de este ensayo significaba la nota de aprobación de la asignatura, como buenos estudiantes dejamos para último momento el terminar la presentación. La noche anterior se nos hizo las 3 de la mañana y no logramos terminar el ensayo.
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Al amanecer nos dirigimos a la universidad con una sensación de derrota y al mismo tiempo con pena para ver y hablar con el profesor para buscar una segunda oportunidad. Ninguno en el grupo se atrevía a dar la cara, de pronto nuestro compañero Erick dijo: Yo lo hago, déjenme eso a mí… efectivamente cuando llegamos al salón de clases el con mucha paciencia avanzó directamente hacia al profesor. Su cuerpo exhibía una gran naturalidad, fingiendo una cara de tristeza y de preocupación… de pronto comenzó a contar una ficticia historia trágica que le había acontecido el día anterior, razón por lo cual se le había imposibilitado cumplir con su parte del ensayo. Él pedía ser castigado y no al resto del grupo; por lo tanto suplicaba al profesor una segunda oportunidad para presentar este ensayo. Fue tan pero tan buena su habilidad que el profesor nos dio una segunda oportunidad.
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Yo creo que hoy 30 años después de ese evento, todos los que pasamos por la universidad o en una empresa tuvimos un compañero con esas características, ser un experto en el arte de la mentira. Nuestro amigo Erick, con el tiempo fue denominado coloquialmente como mentira fresca ya que no dudaba por un segundo en decir y asegurar una mentira con tal de salvarse él de cualquier situación.
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Durante los primeros años de su ejercicio profesional este arte le sirvió, incluso llegó a escalar posiciones porque siempre podía decir y prometer cosas. Hoy al final de sus días su habilidad de mentiroso es considerado un arte pero su credibilidad está por el suelo. Cuando nos reunimos como grupo para alguna tertulia o café siempre las personas se burlan o se ríen de cualquier cosa que nos cuenta porque la duda está primero. Erick es una persona que de tanto a mentir, si quisiera escribir un libro sobre cómo desarrollar el arte de mentir, sería todo un Best seller porque sus técnicas son infalibles.