El Día Internacional de la Mujer es mucho más que una fecha en el calendario. Es un recordatorio poderoso de la resiliencia, la fuerza y la belleza inherente a cada mujer. En este día, celebramos los logros alcanzados, pero también reflexionamos sobre el camino que aún nos queda por recorrer porque a menudo, nos encontramos luchando con inseguridades y dudas, permitiendo que las voces externas definan nuestro valor. Sin embargo, es crucial recordar que nuestra identidad no se basa en las opiniones de los demás, sino en cómo nos ve Papá Dios.
Hola mi gente querida de emotions and feeling, estuve un poco despegada, pero decidí retomar mis publicaciones y lo estoy haciendo con una experiencia muy linda que viví el 8 de mazo y quiero compartir con ustedes, porque para mí es importante regalarles parte de las experiencias bonitas que me regala la vida y más si se trata de sumar al crecimiento de ustedes como seres humanos.
El 8 de marzo decidí sumarme a una actividad que se llama “FLORECE” donde nos mostraron la importancia de aprender a vernos a través de los ojos de Dios, porque es un acto transformador. Él nos creó a su imagen y semejanza, dotándonos de dones y talentos únicos. Cuando internalizamos esta verdad, comenzamos a liberarnos de las cadenas de la autocrítica y la comparación. Reconocer nuestro valor implica entender que Dios nos ama incondicionalmente, y su amor no depende de nuestros logros o apariencia.
Durante el encuentro nos hablaban de que este amor nos da la base para construir una autoestima sólida. Abrazar nuestra singularidad significa reconocer que cada mujer es una obra maestra divina. Nuestras diferencias nos enriquecen y nos permiten aportar perspectivas únicas al mundo. Cultivar la confianza es esencial, porque creer en nosotras mismas es fundamental para alcanzar nuestro máximo potencial. Cuando confiamos en nuestras capacidades, nos abrimos a nuevas oportunidades y desafíos.
Yo confieso que lloré un montón, pero me traje el regalo de todos los días mirarme en el espejo y quitarle poder a esos falsos pensamientos que me minimizan y empezar a verme como me ve Dios, como esa hija perfecta que él creó y me dio todo lo necesario para ser luz en la vida de las personas. Y sé que esto de trabajar en la confianza no se logra de la noche a la mañana, pero lo importante es ir dando pasitos todos los días que te lleven a mirarte con los ojos de Dios.
Cuando salí de la conferencia hice una pausa de introspección y entender que la confianza en una misma es un pilar fundamental para el éxito y la felicidad. Cuando creemos en nuestras capacidades, somos capaces de superar obstáculos, perseguir nuestros sueños y alcanzar metas que parecían imposibles. Superar el miedo nos impulsa a tomar riesgos y aprender de nuestras experiencias y lo más bonito de todo es saber que no estoy sola. En este camino voy de la mano de Dios.
Y estas líneas las escribo con la intención de dedicarte esta palabra porque empoderar a otras mujeres ocurre cuando nosotras mismas nos sentimos empoderadas, e inspiramos a otras mujeres a hacer lo mismo, creando una cadena de apoyo y solidaridad. Al creer en nosotras mismas, contribuimos a construir un mundo más justo, donde todas las mujeres puedan alcanzar su pleno potencial.
Hoy más que nunca celebremos los regalos que Dios nos dio: Fuerza, nuestra belleza, nuestra capacidad de transformar el mundo, nuestro poder creador, ese que le da brillo y color al mundo. Recordemos que somos hijas de un Rey, y que nuestro valor es incalculable.
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International Women's Day is much more than a date on the calendar. It is a powerful reminder of the resilience, strength and beauty inherent in every woman. On this day, we celebrate the achievements we have made, but we also reflect on the road ahead because often, we find ourselves struggling with insecurities and self-doubt, allowing external voices to define our worth. However, it is crucial to remember that our identity is not based on the opinions of others, but on how Papa God sees us.
Hello my dear people of emotions and feeling, I have been a bit detached, but I decided to resume my publications and I am doing it with a very nice experience that I lived on the 8th of March and I want to share with you, because for me it is important to give you part of the beautiful experiences that life gives me and more if it is about adding to your growth as human beings.
On the 8th of March I decided to join an activity called ‘FLORECE’ where we were shown the importance of learning to see ourselves through God's eyes, because it is a transforming act. He created us in His image and likeness, endowing us with unique gifts and talents. When we internalise this truth, we begin to free ourselves from the chains of self-criticism and comparison. Recognising our worth means understanding that God loves us unconditionally, and His love is not dependent on our achievements or appearance.
During the meeting we were told that this love gives us the basis to build a solid self-esteem. Embracing our uniqueness means recognising that each woman is a divine masterpiece. Our differences enrich us and allow us to bring unique perspectives to the world. Cultivating confidence is essential, because believing in ourselves is fundamental to reaching our full potential. When we are confident in our abilities, we open ourselves to new opportunities and challenges.
I confess that I cried a lot, but I brought back the gift of looking at myself in the mirror every day and taking away the power of those false thoughts that minimise me and start to see myself as God sees me, as the perfect daughter that he created and gave me everything I need to be a light in people's lives. And I know that working on confidence is not achieved overnight, but the important thing is to take small steps every day that lead you to look at yourself with God's eyes.
When I left the conference, I paused to introspect and to understand that self-confidence is a fundamental pillar for success and happiness. When we believe in our abilities, we are able to overcome obstacles, pursue our dreams and reach goals that seemed impossible. Overcoming fear encourages us to take risks and learn from our experiences and the most beautiful thing of all is knowing that I am not alone. I am walking hand in hand with God on this journey.
And I write these lines with the intention of dedicating this word to you because empowering other women happens when we ourselves feel empowered, and we inspire other women to do the same, creating a chain of support and solidarity. By believing in ourselves, we contribute to building a fairer world, where all women can reach their full potential.
Today more than ever, let us celebrate our God-given gifts: Strength, our beauty, our ability to transform the world, our creative power, the power that gives the world shine and colour. Let us remember that we are daughters of a King, and that our value is incalculable.
Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL
The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.