Como niña a punto de realizar una travesura, mamá se desaparece de mi lado mientras hacemos las compras de fin de semana. ¿Dónde está? Seguro comprando plantas.

Acostumbrada a una casa con jardín y muchas plantas, no puede evitar caer en la tentación de llenar el balcón del apartamento que se ha vuelto nuestro hogar, con mucho verde. Incluso si eso implica tener que estar al pendiente de sacar y meter sus plantitas cada vez que suena la alarma meteorológica indicado tormenta.

No quiere una, las quiere todas. Y yo que pensé que dejaría de comprar plantas el día que, por un descuido, la tormenta le desapareció 7 macetas. Ella estaba con el corazón partido y creo que incluso lloró. Luego la ví decidida a reponer los ejemplares perdidos y a seguir multiplicando la colección.

En el momento no lo entendí. Es que pensaba: para qué darse más trabajo a ella misma cuando hay mañanas que le duele hacer hasta las cosas más simples, debido a su artrosis. Igual todos la apoyamos a la hora de guardar y sacar las plantas, pero hay días en los que no estamos disponibles.

Ahora lo entiendo, mamá es una luchadora que no renuncia a las cosas que le dan felicidad, por el hecho de que se pongan complicadas. Ella se levanta y vuelve a intentarlo, sigue adelante con una sonrisa disfrutando de lo lindo de la vida. Todos los días me pregunto con admiración: ¿cómo lo hace? Y no lo digo solo por las plantas, lo digo por todas las cosas increíbles que la he visto hacer, por esa sonrisa inquebrantable y esa fuerza interna que demuestra en los días más oscuros.

Por eso y mucho más, yo quiero ser un poco como mi mamá cuando sea grande.

Like a child about to play a prank, Mom disappears from my side while we're doing our weekend shopping. Where is she? Probably buying plants.

Accustomed to a house with a garden and lots of plants, she can't help but be tempted to fill the balcony of the apartment that has become our home with lots of greenery. Even if that means having to be on the lookout to take her plants out and put them in every time the weather alarm sounds indicating a storm.

She doesn't want just one, she wants them all. And I thought she'd stop buying plants the day she accidentally lost seven pots in the storm. She was heartbroken, and I think she even cried. Then I saw her determined to replace the lost plants and continue growing her collection.

I didn't understand at the time. I thought: why give herself more work when there are mornings when even the simplest things hurt due to her osteoarthritis? We all support her when it comes to putting away and taking out the plants, but there are days when we're not available.

Now I understand: Mom is a fighter who doesn't give up on the things that bring her joy, just because they get complicated. She gets up and tries again, moving forward with a smile, enjoying the beauty of life. Every day I wonder with admiration: how does she do it? And I'm not just saying this because of the plants, I'm saying it because of all the incredible things I've seen her do, because of that unbreakable smile and the inner strength she shows on the darkest days.

For this reason and much more, I want to be a little like my mom when I grow up.

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