Un día como hoy, pero hace un año, me reunía en la casa Ramos Sucre, en Cumaná y conversaba con los otros miembros del grupo literario Cielo de Esmalte. Como en cada sesión del taller permanente, debatíamos sobre procesos creativos, bloqueos, inspiración, rituales, criaturas, inventarios, formas tradicionales, nuevas formas y el espacio que está en medio, ese entre lugar que aún no posee nombre. Leíamos nuestros ejercicios literarios (principalmente poéticos), los desarmabamos, los mirabamos con lupa y microscopio; desentrañabamos su ADN, su identidad genética y mágica para saber como pulir aquella piedra, hasta hacerla preciosa. Después de la poda, el corte y la costura, podíamos volver a ver nuestra obra con una mirada nueva.
Distintas voces, estilos, gustos, profesiones, pasatiempos, experiencias, edades y hasta religiones; mismo amor por las letras, los versos y las historias. Allí fue donde aprendí a desconfiar de las musas y que la inspiración es mucho más que una simple casualidad; allí fue donde aprendí a confiar en mi visión del mundo y mi trabajo duro.
Un día como hoy, tomé esta foto a mis padres, en la casa Ramos Sucre. Llegaron movidos por la curiosidad, pues querían conocer a mis amigos poetas, poner cara a los nombres que escuchaban en casa. Tengo un lindo recuerdo de ese día, del caluroso recibimiento que tuvieron y la mirada orgullosa en sus ojos. Tengo lindos recuerdos de todos los días que pasé bajo ese techo y que vienen a mi memoría cuando miro esta foto.
A veces miro atrás y me pregunto si debí hacer algo diferente, supongo que a todos nos pasa de vez en cuando. Entonces veo los lugares a los que me llevaron mis decisiones, las experiencias que viví y la gente maravillosa con la que coincidí, entonces siento paz y no me arrepiento de nada.
Esta foto es mi participación para el jueves de TBT de esta semana, concurso promovido cada jueves por
@lanzjoseg Un abrazo para todos y los invito a compartir un lindo recuerdo.
Imágenes de mi autoria
One day like today, but a year ago, I met at the Ramos Sucre house in Cumaná and chatted with the other members of the Cielo de Esmalte literary group. As in every session of the ongoing workshop, we debated creative processes, blocks, inspiration, rituals, creations, inventories, traditional forms, new forms, and the space in between, that in-between place that still has no name. We read our literary exercises (mainly poetic), took them apart, and examined them with a magnifying glass and microscope; we unraveled their DNA, their genetic and magical identity to learn how to polish that stone until it became precious. After pruning, cutting, and sewing, we could look at our work again with a fresh perspective.
Different voices, styles, tastes, professions, hobbies, experiences, ages, and even religions; the same love for letters, verses, and stories. It was there that I learned to distrust muses and that inspiration is much more than mere chance; it was there that I learned to trust my worldview and my hard work.
On a day like today, I took this photo of my parents at the Ramos Sucre house. They arrived out of curiosity, wanting to meet my poet friends, to put a face to the names they heard at home. I have fond memories of that day, of the warm welcome they received and the proud look in their eyes. I have fond memories of all the days I spent under that roof, and they come flooding back to me when I look at this photo.
Sometimes I look back and wonder if I should have done something differently; I guess it happens to all of us from time to time. Then I see the places my decisions took me, the experiences I had, and the wonderful people I met. Then I feel peace and don't regret a thing.
This photo is my entry for this week's TBT Thursday, a contest promoted every Thursday by
@lanzjoseg.A hug to everyone, and I invite you to share a beautiful memory.
Images of my authorship
