Hoy fue uno de esos días en los que el cuerpo pesa y el ánimo no acompaña del todo. El gimnasio estaba a tope, con ese calor sofocante que se cuela por cada rincón, y ni el ventilador dando vueltas parecía ayudar. Aun así, fui. No con la mejor energía, pero fui.

Últimamente he estado sintiéndome un poco deprimida. Me pesa el tiempo que estuve ausente, y aunque ya volví, mi cuerpo aún no se recupera del todo. Hay días en que siento cada músculo más tenso de lo normal, y no precisamente por las pesas. Pero también sé que cada día que vengo, por difícil que sea, es una victoria. Una especie de “no me rindo” silencioso.

Hoy entrené en faldita blanca y top colorido, como para hacerle un guiño alegre al bajón. Me miré en el espejo y vi a alguien que, a pesar de todo, no deja de intentarlo. No es poca cosa. Me quedé unos segundos ahí, parada, sudada, con los guantes puestos y el corazón medio revuelto… pero con el alma un poquito más firme.

Sé que vendrán días mejores. Y también sé que este espacio, por más que a veces duela, sigue siendo un refugio. Uno de los pocos que no me falla.

Today was one of those days when your body feels heavy and your spirits aren’t quite there. The gym was packed, with that suffocating heat seeping into every corner, and not even the fan spinning seemed to help. Still, I went. Not with the best energy, but I went.

Lately, I’ve been feeling a bit down. The time I was away weighs on me, and even though I’m back, my body hasn’t fully recovered. There are days when I feel every muscle more tense than usual, and not because of the weights. But I also know that every day I show up, no matter how hard it is, is a victory. A kind of silent “I won’t give up.”

Today I trained in a white skirt and a colorful top, as a cheerful nod to the slump. I looked at myself in the mirror and saw someone who, despite everything, keeps trying. That’s no small thing. I stood there for a few seconds, sweaty, with my gloves on and my heart a bit stirred… but with my soul a little more steady.

I know better days will come. And I also know that this space, as painful as it sometimes is, remains a refuge. One of the few that never lets me down.

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All the photos are taken and edited on Snapseed.
Translated with DeepL.com (free version)

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