El mes de mayo está dedicado a las madres, en estos días estuve reflexionando, siento que la vida va corriendo tan rápido, en mi rutina de ir a trabajar, llegar a casa y entre muchas ocupaciones el día se va, llega el fin de semana y a la vuelta de la esquina ya es lunes otra vez. Lo cierto es que me había olvidado que nos trae mayo, se celebra el día de las madres y quizás fue por eso que soñé con mi mamá este viernes pasado, que yo estaba acostada todavía y no me quería levantar, y entonces, mi mamá entró al cuarto, cuando la vi, exclamé con emoción: maaamá!!! y la abracé como siempre lo hacía cuando estaba viva. Le conté ese sueño a un amigo y él me dijo “tu mamá te fue a visitar.

Y ya entrando en el tema de la amiga @charjaim, yo diría que término no sería romantizar, es valorar a quien así lo merece y ese lugar lo ocupa una verdadera madre, ser sublime, abnegado, que hace sacrificios inimaginables con tal de ver bien a sus hijos. Es sorprendente saber de casos de madres que solo hacen ese papel en las redes sociales, para posar en una foto y alardear que sus hijos son lo más grande de su vida, pero en la vida real no llevan la nobleza que implica esa sutil nominación “madre”. Lo digo porque he conocido madres así y eso me da mucha tristeza, sobre todo porque hay quienes anhelan o anhelaron tener un hijo y no pudieron tenerlo. Mi madre fue una mujer luchadora, hizo lo mejor que pudo en nuestra crianza y fue mi ejemplo a seguir. Como todo en la vida, nada es perfecto, y por eso yo decía que tomaría lo mejor que mi madre hizo por nosotros, pero también haría cambios y dejaría atrás prejuicios absurdos que solo entorpecen la crianza de los hijos, además de deteriorar las relaciones familiares.

Mi madre no tuvo suegra porque mi padre quedó huérfano cuando apenas tenía 7 años, tampoco tuvo la orientación de mi abuela. No hay manual para ser madres, pero quedan las tradiciones y los aprendizajes de quienes podrían ser nuestros referentes, para mi madre sería mi abuela, pero ella se casó muy joven, no trabajaba y dependía de mi abuelo casi para todo, quien por cierto era un hombre dominante e impositivo. Siendo éste el panorama, a mi madre le tocó a aprender de otras personas, de mi tía y también de mi bisabuela. Mi madre estudió pese a la mente cerrada de mi abuelo y al carácter sumiso de mi abuela. Recuerdo que se graduó cuando yo ya tenía 9 años y mi hermano 4 años.

Mirian González, que así se llamaba quien me trajo al mundo, decía que a ella no le importó perder la figura, ni que le salieran las estrías, porque nos deseó a mi hermano y a mí con todo su corazón. Decía que nunca más volvió a dormir como antes y recuerdo que en las noches cuando teníamos fiebre dejaba el lecho que compartía con mi padre para vigilar esa calentura, cada cierto momento sentía sus manos en mi cuerpo para saber si esa fiebre se había ido. Al ver todo eso, me di cuenta que ser madre no es cualquier cosa, hay sacrificios, es dar todo para que el otro esté bien, es tener la paciencia para hacer que tomáramos la medicina, pudiéramos comer, estudiar y hacernos personas de bien, enseñarnos a defendernos para cuando ese tiempo llegue, cuando ella ya no esté. Me contaba mi madre y abuela que era muy difícil alimentarme, ella lloraba y se desesperaba porque pensaba que moriría de hambre, pero mi abuela fue más paciente y la ayudaba, hacía maromas de todo tipo para que pudiera comer.

Mi madre también decía que nos defendería como una leona, quien se metía con sus hijos se metía con ella, no obstante, también decía que si no teníamos la razón no podía apañar algo que no estaba bien. Para mi querida madre la maternidad era sagrada, pensaba que debíamos trae al mundo a los hijos cuando se tuvieran los medios, pero de no ser así, si llegaban, había que asumir la responsabilidad para lograr lo mejor para ellos, y sobre todo, no importaba el sexo, sino que estuvieran sanos.

The month of May is dedicated to mothers, these days I have been reflecting, I feel that life goes by so fast, in my routine of going to work, getting home and among many occupations the day goes by, the weekend arrives and just around the corner it is Monday again. The truth is that I had forgotten that May brings us, Mother's Day is celebrated and maybe that's why I dreamt about my mom this past Friday, I was still lying down and I didn't want to get up, and then, my mom came into the room, when I saw her, I exclaimed with emotion: Mom!!! and I hugged her as I always did when she was alive. I told that dream to a friend of mine and he told me "your mom came to visit you.

And now entering the topic of the friend @charjaim, I would say that the term would not be romanticizing, it is to value those who deserve it and that place is occupied by a true mother, sublime, selfless being, who makes unimaginable sacrifices in order to see her children well. It is surprising to know of cases of mothers who only play that role in social networks, to pose in a photo and boast that their children are the greatest thing in their lives, but in real life they do not carry the nobility that implies that subtle nomination “mother”. I say this because I have known mothers like that and it makes me very sad, especially because there are those who yearn or longed to have a child and could not have one. My mother was a feisty woman, she did the best she could in our upbringing and was my role model. Like everything in life, nothing is perfect, and that is why I said that I would take the best that my mother did for us, but I would also make changes and leave behind absurd prejudices that only hinder the upbringing of children, besides deteriorating the family relations.

My mother did not have a mother-in-law because my father was orphaned when he was only 7 years old, nor did she have the guidance of my grandmother. There is no manual for being mothers, but there are traditions and learning from those who could be our references, for my mother it would be my grandmother, but she married very young, did not work and depended on my grandfather for almost everything, who by the way was a dominant and imposing man. This being the scenario, my mother had to learn from other people, from my aunt and also from my great-grandmother. My mother studied despite my grandfather's closed mind and my grandmother's submissive character. I remember that she graduated when I was already 9 years old and my brother was 4 years old.

Mirian Gonzalez, that was the name of the woman who brought me into the world, said that she did not mind losing her figure or getting stretch marks, because she wished my brother and me with all her heart. She said that she never slept like before and I remember that at night when we had a fever she would leave the bed she shared with my father to watch over that fever, every few moments I would feel her hands on my body to know if the fever was gone. When I saw all that, I realized that being a mother is not just anything, there are sacrifices, it is giving everything so that the other is well, it is having the patience to make us take the medicine, to make us eat, study and become good people, to teach us to defend ourselves for when that time comes, when she is no longer there. My mother and grandmother told me that it was very difficult to feed me, she cried and despaired because she thought I would die of hunger, but my grandmother was more patient and helped her, she did all kinds of things so that I could eat.

My mother also said that she would defend us like a lioness, whoever messed with her children would mess with her, however, she also said that if we were not right she could not fix something that was not right. For my dear mother, motherhood was sacred, she thought that we should bring children into the world when we had the means, but if not, if they arrived, we had to assume the responsibility to achieve the best for them, and above all, it did not matter the sex, but that they were healthy.