Tal como dice el título de mi publicación, el silencio es una arma de doble filo, en mi opinión callar tiene muchas aristas, en algunas ocasiones puede puedo ser “bueno”, mientras que hay casos donde el efecto puede ser contraproducente. Siempre he admirado a esas personas que saben expresar lo que les incomoda de una manera tranquila y sin ofender, para mí esto es una gran virtud, muchas veces necesaria. En mi caso particular, solía callar cuando me decían cosas desagradables, optaba por el silencio y muchas veces por alejarme. Han pasado muchos años para darme cuenta que callar lo que nos desagrada solo causa malestar.

Por otra parte, el silencio es considerado como el acto de otorgar, de allí la frase popular “el que calla otorga”, sin embargo, también he escuchado lo contrario, “el que calla no siempre otorga”, que significa esto?. En la primera frase significa algo así como dejar ganar al otro, darle la razón, sumisión, estar de acuerdo. Cuando yo callaba ante las palabras incómodas sentía que no valía la pena discutir, no obstante, es muy probable que no representara la misma respuesta para el otro y eso podía repercutir de manera negativa más adelante. Mientras que en la segunda frase el silencio puede significar “no estar de acuerdo”, “ignorar” porque no vale la pena discutir y ese silencio puede ser más poderosos que emitir palabras, incluso, puede que para quien lo reciba sienta algo de frustración, sobre todo si quiere discutir. En este mundo encontramos de todo, también hay quienes no se quedan callados porque “tienen que ganar” aunque eso implique no tener la razón, ni haya coherencia en lo que dicen.

Ante el hecho de no callar, hay que estar conscientes que las palabras pueden tener efectos positivos y también devastadores. Mi madre siempre decía que cuando ofendemos a alguien, es muy difícil enmendar lo que hemos dicho, era como si echáramos el agua en el piso, no se puede recoger, y si lo hiciéramos, nunca recogeríamos la misma cantidad, además, estaría sucia. Otro ejemplo que me ilustraba mi madre era el de los clavos en la puerta, cuando los extraemos, quedarán todas las marcas de los clavos, esa puerta nunca sería la misma. Yo solía lanzar palabras al viento que quizás no eran muy agradables, sin embargo, ha sido toda una tarea cambiar eso, y en ese punto, me tomo mis segundos, mi silencio necesario para responder lo más ecuánime posible y de la mejor manera para hacerme entender.

Expresarnos es importante, para no caer en las malas interpretaciones de la frase “el que calla otorga”, además de guardar sentires que solo nos harán daño, he escuchado a psicólogos decir “las heridas emocionales con el tiempo se pudren”, es mejor hablar. No obstante, el silencio puede ser “mal usado” para castigar, y es que, la ley del hielo me parece hasta cruel. En mis años universitarios, había una chica que usaba mucho esta ley, y de manera repetitiva, me la aplicó a mí, a otras compañeras de clases y a su propio novio. Que logró con eso?, que mucha gente se alejara de ella por tan inusual comportamiento, que por cierto, lo hacía sin razón aparente, aunque debo confesar que me sentí muy mal al respecto.

El silencio es un arma de doble filo, porque cada cabeza es un mundo, porque tiene que ver con reforzar la actitud del otro y es por eso que es importante poner límites. Allí comienza el problema, al no poner límites pone al otro en la posición de invadir espacios, se va acercando cada vez más hasta cruzar la línea y es allí cuando se presenta el conflicto. El silencio tiene muchos matices, por eso hay que saber cuándo debe estar presente, cuando no y cuando éste debe ser intermitente que nos permita encontrar un punto de razonamiento lógico para expresarnos de la mejor manera posible.

As the title of my publication says, silence is a double-edged sword, in my opinion, silence has many edges, sometimes it can be “good”, while there are cases where the effect can be counterproductive. I have always admired those people who know how to express what makes them uncomfortable in a calm and non-offensive way, for me this is a great virtue, often necessary. In my particular case, I used to keep quiet when people said unpleasant things to me, I opted for silence and many times to walk away. It has taken me many years to realize that keeping silent about what we dislike only causes discomfort.

On the other hand, silence is considered as the act of granting, hence the popular phrase “he who is silent grants”, however, I have also heard the opposite, “he who is silent does not always grant”, what does this mean? In the first sentence it means something like letting the other person win, giving him the reason, submission, being in agreement. When I was silent in the face of uncomfortable words I felt that it was not worth arguing, however, it is very likely that it did not represent the same response for the other and that could have negative repercussions later on. While in the second sentence silence can mean “not agreeing”, “ignoring” because it is not worth discussing and that silence can be more powerful than uttering words, it may even feel some frustration for the person who receives it, especially if he/she wants to discuss. In this world we find everything, there are also those who do not remain silent because they “have to win” even if that means not being right, nor is there coherence in what they say.

When faced with the fact of not keeping silent, we must be aware that words can have both positive and devastating effects. My mother always said that when we offend someone, it is very difficult to make amends for what we have said, it was like pouring water on the floor, it cannot be picked up, and if we did, we would never pick up the same amount, besides, it would be dirty. Another example my mother used to illustrate to me was the example of the nails in the door, when we pull them out, there will be all the nail marks left, that door would never be the same. I used to throw words to the wind that perhaps were not very pleasant, however, it has been quite a task to change that, and at that point, I take my seconds, my necessary silence to respond as evenly as possible and in the best way to make myself understood.

It is important to express ourselves, so as not to fall into the misinterpretations of the phrase “he who is silent gives”, besides keeping feelings that will only hurt us, I have heard psychologists say “emotional wounds eventually rot”, it is better to talk. However, silence can be “misused” to punish, and the law of ice seems cruel to me. In my college years, there was a girl who used this law a lot, and she repeatedly applied it to me, to other classmates and to her own boyfriend. What she achieved with that, that many people stayed away from her for such unusual behavior, which by the way, she did for no apparent reason, although I must confess that I felt very bad about it.

Silence is a double-edged sword, because each head is a world of its own, because it has to do with reinforcing the attitude of the other and that is why it is important to set limits. That is where the problem begins, not setting limits puts the other person in the position of invading spaces, he/she gets closer and closer until crossing the line and that is when the conflict arises. Silence has many nuances, that is why we must know when it should be present, when it should not and when it should be intermittent, allowing us to find a logical point of reasoning to express ourselves in the best possible way.