Cuando amas a una persona, decirle, demostrarle y expresarle tu amor con toda la transparencia e intensidad que quieras, no implica que estés a su merced y que pueda hacer de ti lo que quiera, no significa que si esa persona te traicionara no serías capaz de reaccionar de la manera correcta porque estés bajo alguna influencia hipnótica inducida por tu desnudo emocional, no, nuestra manera de actuar es definida por nuestros códigos éticos y morales, y por nuestra propia definición de lo que está bien o mal, no por lo que sintamos y elijamos compartir de una manera real y transparente, porque además, toda persona es merecedora de saber cómo te sientes hacia ella.
Hay ciertas personas ( amigos, familiares, parejas), con las que nos desahogamos, porque están dispuestos a escucharnos cuando no estamos bien y queremos desalojar un problema de nuestro interior, ya sea en busca de un consejo imparcial o solo de eso, de soltar ese peso que cargamos y nos daña.
Los asuntos que compartimos podrían ser dolorosos, además de ser muy privados y pudieran exponer cosas que quizás otras personas guardan para si mismos porque nos afectan demasiado y nos haria lucir(según su criterio) vulnerables o débiles debido a que nos arranca un llanto espontáneo que se piensa(incorrectamente a mi modo de ver) que debe suceder donde nadie te vea.
Otra vez no, soy como soy y mi manera de expresarme en un determinado momento es la que mi cuerpo y mi alma necesiten y si hay que llorar para limpiar y sacar todo de adentro, pues se llora y no pasa nada, frente a quien sea, que llorar es humano, y no define el grado de fortaleza o debilidad de ninguna persona
El silencio final.

Ejemplos podría haber más, pero ya con estos 2 creo haber establecido mi punto de vista, ¿no creés?
Ella, mi mente, no dijo nada y créanme, el silencio en ella no es algo común, así que supongo que al menos esto lo haya entendido y deje de acusarme de desnudos desprevenidos e impuestos ante extraños.
La integridad y la fortaleza de mente y espíritu que construimos sobre la base de la personalidad que hemos creado a partir de los preceptos, códigos y criterios que defendemos no están para nada en peligro porque nos mostremos, cuando lo decidamos, tan reales y tan desnudos como queramos, esto último metafóricamente, o no, depende del momento a compartir, jajaja, 😉.