Desde el primer año de mi carrera en la universidad(Licenciatura Contabilidad y Finanzas) los compañeros de años superiores con quienes interactuábamos nos contaban historias sobre una de las asignaturas de nuestra especialidad que, según ellos, era muy difícil y tenía 5 módulos distribuidos en cada semestre a partir del tercer año de la carrera, o sea, que tendríamos que estárnolas viendo con ella desde ese momento hasta el final de la carrera.
El costo es muy complicado, decían, cuesta mucho entenderlo y aprobar los exámenes de Vergara.
Vergara era un señor mayor que era un poco ermitaño en su manera de vivir y de relacionarse, vivía completamente solo en instalaciones de la universidad y era muy serio, estricto, exigente e inteligente, era el profesor élite de la asignatura, que no permitía libertades en sus clases, que las impartía con un nivel de calidad muy elevado y en correspondencia con el mismo eran los niveles de dificultad y exigencia en los exámenes.
Así pasaron los primeros 2 años de la carrera, escuchando historias aterradoras(ni tanto😁, pero si preocupaban un poco, sobre todo por el desconocimiento de lo que era esa materia y la incertidumbre que se generaba entorno a ella) sobre el tema y los dolores de cabeza que nos iba a proporcionar cuando llegara nuestra hora en la guillotina de Vergara, el verdugo del Costo.
De alguna manera era inevitable mi preocupación, nunca me había encontrado una asignatura así como la describían, aunque había altos niveles de dificultad, porque claro, era la universidad, nunca tuve problemas para tener buenos resultados sin mucho problema en todas las materias.
Llegó el día.
Año 3ro. Clase de Costo. Día 1

Con cierta tensión entré al aula esperando lo peor, busqué la manera de sentarme en las primeras mesas del frente, no fue difícil, después de las historias todos trataron lo contrario, así que mi lugar frente a Vergara estaba asegurado.
Debo decir que yo en la universidad tuve mis desvaríos y un poco de desorden, usaba una libreta para 2 o 3 asignaturas, copiaba poco, hacía mis bromas en el aula en ocasiones y confiaba un poco demasiado en mi cerebro, lo que en más de una ocasión estuvo a punto de meterme en problemas.
Sentado en la primera mesa, abrí una libreta nueva que llevé solo para Costos, 2 lápices nuevos, una goma de borrar y todo lo que creí que necesario para no tener que desviar mi atención de aquel hombre y así lo hice, en cuanto abrió la boca desapareció todo a mi alrededor, eramos Vergara , el Costo y yo(que también soy Vergara).
Esa fue mi respuesta al supuesto escollo que tenía delante basado en las historias de miedo que había escuchado."Concentración"
Eso bastó para que el Costo, Vergara y yo fuéramos uno, yo entendía todo a la perfección, pero además me gustaba, aún no se si porque me gustaba de verdad o porque se me daba muy fácil cuando nadie entendía nada, el hecho es que ansiaba la llegada de las clases de Costo.
El profesor al notar esto comenzó de alguna manera a darme un tratamiento diferenciado, como una especie de entrenamiento,siempre traía a clase algunos ejercicios adicionales con mayor dificultad para que yo los hiciera, y eso me motivaba.
Esto se convirtió en costumbre y el Costo en un hobbie más que una asignatura difícil, y nunca tuve que hacer un exámen en ninguno de los 5 módulos de la carrera porque fui convalidado, al parecer mi desempeño en las clases le demostró a Vergara que su objetivo como profesor, al menos conmigo, estaba cumplido y no necesitaba evaluar nada más.
A veces solo necesitamos dar un giro a nuestro comportamiento, dar menos crédito a lo que escuchamos sobre algo hasta que podamos enfrentarlo y evaluarlo nosotros mismos, para en ese momento,hacer los ajustes necesarios, poner un poco de deseo, optimismo, esfuerzo, disciplina, voluntad y dedicación para vencer tareas que supuestamente eran difíciles, o realmente quizás lo son, pero se consigue vencerlas solo añadiendo un ingrediente más...Concentración.