Saludos amigos de
@beentrepreneur. @irvinc nos ha invitado a conversar sobre
la calidad de nuestros productos y servicios, para ello nos ha dejado tres interrogantes y la premisa de que la calidad es un “tema para reflexionarlo con seriedad”, y efectivamente, desde que leí el post le he estado dando vuelta a la calidad de lo que ofrezco en mi emprendimiento y sobre todo el cómo poder analizarla y medirla con la finalidad de no bajarla o mejor aún elevarla en cada entrega.
Como dicen por allí, yo soy mi producto, porque siendo una marca personal, represento lo que vendo que en su punto más concreto es, crecimiento personal, que incluye, por definirlo de alguna manera, tres subproductos que serían los talleres que dicto, el acompañamiento o asesorías a través del coaching y la biodanza.
Por lo tanto, al hablar de calidad mantengo presente los elementos básicos que sustentan mi hacer, entre ellos: el conocimiento, la experiencia, el enfocarme en la necesidad puntual de mis clientes y el mantener la claridad del mensaje que transmito.
Tomando en cuenta que cada uno de estos elementos, tienen una valoración completamente subjetiva, la manera de medirlos o evaluarlos es a través de las respuestas de mis clientes, veamos con algunos ejemplos, como vuelvo funcional este conjunto de ideas.
Si algo tiene alta competencia en el mundo del emprendimiento actual es el crecimiento personal, cada día son más los especialistas de diversas áreas del conocimiento que se unen a este hacer y desde diversas teorías, todos con el fin común de que nuestros clientes y público objetivo alcance un mayor bienestar, por lo que sobresalir, distinguirte y ofrecer algo distinto no es la tarea más fácil del mundo.
Ofrecer calidad, en este sentido, requiere conocimiento, actualización constante y salirte en la medida de lo posible de la repetición, en este aspecto les comento que me da terror que mis clientes tengan una percepción de que siempre diga o hagamos lo mismo.
De allí que en cada clase o taller que dicto, el punto de partida son las experiencias de vida mía y la de los participantes, acá es bueno acotar que estoy “casada” con la teoría de la reconstrucción del conocimiento, por lo que considero que los talleres son la mejor propuesta porque están enfocadas en el hacer, en una práctica que lleve a la comprensión y el descubrimiento de sí mismo. Esta dinámica le da un toque único y distintivo.
Hoy, por ejemplo, a las nueve de la mañana dicté un taller, que por cierto, me retrocedió, por lo menos, treinta añosen el tiempo, pues el material de apoyo tuve que elaborarlo a mano, ya que mis clientas quisieron hacerlo en un parque cercano. En esta actividad tenía tres ejercicios, cada uno con la clara intención de que la persona se confronte así misma y generar estrategias para seguir avanzando en su crecimiento y potenciado sus habilidades.
Es el cuarto taller de mi planificación anual, uno por mes, en cada uno de ellos hay por lo menos una persona nueva, que es llevada por alguien del grupo fijo, eso para mí es un indicador que la calidad del producto que ofrezco.
Otro aspecto que tomo muy en cuenta es que nunca, si nunca, trabajo sobre un material ya elaborado, me explico, esta semana es mi encuentro número 28 de biodanza, son veintiocho clases preparadas como si fuese la primera vez, de pronto sería fácil, por ejemplo, tomar la clase doce y repetirla, pero siento que eso le resta entusiasmo, creatividad, compromiso y calidad a mí hacer.
¿Y qué pasa con los procesos automatizados, esos que te ayudan a ahorrar tiempo y que van definiendo tu estilo o manera de hacer las cosas? Pues, si tengo un esquema, un guion creado que me sirve de referente para no dispersar mi meta, pero el contenido de cada taller, de cada encuentro, es único y está centrado en ese cliente que con su permanencia me dice que lo que le ofrezco es bueno.
Adicional a esto, seguir esta metodología de trabajo me asegura aspectos que considero de gran valor en la calidad de los servicios que dados: me aleja de la improvisación, de la repetición, de los clichés y lugares comunes, además que me suma en lo personal, pues despierta mi motivación, creatividad, fortalece mis procesos cognitivos de memoria, atención, escucha activa y observación que potencian la calidad de mi hacer.
Greetings, friends of
@beentrepreneur.@irvinc has invited us to talk about
the quality of our products and services, for this he has left us three questions and the premise that quality is a “topic for serious reflection”, and indeed, since I read the post I have been thinking about the quality of what I offer in my venture and especially how to analyze and measure it in order not to lower it or better yet raise it in each delivery.
As they say over there, I am my product, because being a personal brand, I represent what I sell which in its most concrete point is, personal growth, which includes, to define it somehow, three by-products that would be the workshops I give, the accompaniment or counseling through coaching and biodanza.
Therefore, when talking about quality I take into account the basic elements that support my work, among them: knowledge, experience, focusing on the specific needs of my clients and maintaining the clarity of the message I transmit.
Taking into account that each of these elements have a completely subjective evaluation, the way to measure or evaluate them is through the responses of my clients, let's see, with some examples, how I make this set of ideas functional.
If something has high competition in today's world of entrepreneurship is personal growth, every day there are more specialists in various areas of knowledge that join in this work and from various theories, all with the common goal of our customers and target audience to achieve greater welfare, so stand out, distinguish yourself and offer something different is not the easiest task in the world.
Offering quality, in this sense, requires knowledge, constant updating and getting out of repetition as much as possible, in this aspect I tell you that I am terrified, that my clients have a perception that I always say, or we always do the same thing.
That is why in every class or workshop I teach, the starting point is my life experiences and those of the participants, here it is good to note that I am “married” to the theory of the reconstruction of knowledge, so I consider that the workshops are the best proposal because they are focused on doing, in a practice that leads to understanding and self-discovery. This dynamic gives them a unique and distinctive touch.
Today, for example, at nine o'clock in the morning I gave a workshop, which, by the way, took me back at least thirty years, because I had to prepare the support material by hand, since my clients wanted to do it in a nearby park. In this activity, I had three exercises, each one with the clear intention that the person confronts him/herself and generates strategies to continue advancing in his/her growth and strengthening his/her abilities.
It is the fourth workshop of my annual planning, one per month, in each of them there is at least one new person, who is taken by someone from the group, that for me is an indicator that the quality of the product I offer.
Another aspect that I take very much into account is that I never, if ever, work on a material already prepared, I mean, this week is my 28th meeting of biodanza, there are twenty-eight classes prepared as if it were the first time, suddenly it would be easy, for example, to take the twelfth class and repeat it, but I feel that this takes away enthusiasm, creativity, commitment and quality of my work.
And what about automated processes, those that help you save time and define your style or way of doing things? Well, I do have an outline, a script created that serves as a reference so as not to disperse my goal, but the content of each workshop, of each meeting is unique and is focused on that client who with his permanence tells me that what I offer him is good.
In addition to this, following this work methodology assures me aspects that I consider of great value in the quality of the services I provide: it keeps me away from improvisation, repetition, clichés and common places, and it also adds to me personally, because it awakens my motivation, creativity, strengthens my cognitive processes of memory, attention, active listening and observation that enhance the quality of my work.
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