Doctor Player: El Bastardo Sin Talento que Desafió a la RealezaEl hijo bastardo solo tiene una opción: cambiar la percepción de la gente a pesar de que él es un simple plebeyo. Sí, un plebeyo, uno con sangre real despreciado por nobleza y realeza.Raymond es el personaje principal de esta historia. El episodio número uno muestra cómo él es considerado una rata, lo peor de la sociedad, tanto por ser un hijo ilegítimo como por no tener las habilidades o poder sagrado para sanar a la gente.Según las leyes del reino, un hijo ilegítimo no puede ser reconocido por el rey, aunque esto pudo haber sido obviado por su majestad. La razón se muestra sutilmente a medida que se desarrolla la trama.Me sentí atraído por este manhwa debido a esta premisa donde Raymond lucha una y otra vez para cambiar la percepción de los demás. Claro, en el reino todos los sanadores son vistos como personas mercantilistas que aman el dinero; Raymond no es la excepción. Es más, él disimula entre salvar vidas y obtener dinero. No obstante, salvar una vida siempre es importante para él. Esto hace que muchas personas tengan una percepción noble de él y otros lo odien.Debo destacar que Raymond es el típico personaje que no tenía ningún talento, pero repentinamente despierta como un jugador en la academia de sanadores. Encuentra un libro que le entrega un rango de visión y entrenamiento quirúrgico moderno. Todo lo que Raymond puede ver no existe a su alrededor; además, las personas son salvadas únicamente por poder sagrado. Algo que resulta ser muy costoso para muchas personas.Los conceptos medicina y salud pública no existen. Por ende, la cirugía es algo desconocido debido a la falta de documentación y la alta dependencia de los sanadores. Todo el que posee poder sagrado es tratado de manera omnipotente. Aspecto importante: los sanadores son clasificados en razón de sus niveles de poder A, B, C. A Raymond se le asignó una clasificación desconocida. Para algunos la más baja, para otros la más excepcional. Después de todo, el personaje principal puede hacer lo que nadie puede realizar.Impactantemente, lo mejor de este manhwa son las escenas sólidamente construidas. Cada situación que enfrenta el protagonista lo ayuda a avanzar y ser reconocido por todos los que le rodean.La medicina es una de las áreas más demandantes y atractivas; siempre me han gustado las historias detrás de ella. Por eso leo este manhwa, aunque hay otras historias de este género que me han atrapado. Escribiré sobre ellas posteriormente.Uno de los aspectos que valoro y considero antes de leer un manhwa es la calidad artística con la que es desarrollado. Aprecio que el arte sea bueno y las escenas estén bien producidas. Prioritariamente, para poder conectar y digerir bien las escenas. Puede verse obsesivo, pero en realidad amo las cosas que están bien dibujadas.Este manhwa está disponible en Tapas; el autor es Yuin y el arte está hecho por Soy Media (este artista ha dibujado dos manhwas que leo: Evangéline y The Male Lead’s Nephew Loves Me So Much). Su trabajo es muy bueno.Doctor Player actualmente cuenta con 65 episodios disponibles. Todos estos episodios forman parte de la primera temporada y se encuentra en hiatus. Sí, como estás leyendo, está en pausa desde el año pasado. Para mí, es una lástima, pero muchos trabajos entran en pausa por temas de contrato, edición, aspectos de legalidad o enfermedad de los autores. Son cosas que no se pueden evitar.La primera temporada culminó en uno de los escenarios más atractivos de la trama. Me refiero al hecho de que Raymond está siendo reconocido por muchas personas e incluso se le ha otorgado un título nobiliario. Algo realmente difícil de conseguir, además, comienza a ser notado por sus hermanos (ellos tienen título de la realeza).En definitiva, Doctor Player es un manhwa con un mensaje intrínseco: a pesar de que seas tratado de manera despreciable, no debes actuar del mismo modo. Construye un camino bajo tus reglas y deseos. Las puertas se abrirán de un modo u otro. Estoy a la espera de los nuevos capítulos que espero que salgan este año. Nos vemos en una próxima reseña, con cariño Neruel.