Estaba reflexionando acerca de las rutinas que todos tenemos, o mejor dicho, las costumbres, y me detuve a pensar, acerca de aquellos que se vuelven hábitos, ya que los hacemos diariamente y se convierten en parte fundamental de nuestras vidas.

Muchos de nuestros hábitos son beneficiosos y otros no tanto, como el de beber mucho licor, o ¿Qué sé yo? Comer descontroladamente y poco saludable, o el hábito de mentir, el de tomar cosas ajenas, o el hábito de ser impuntual, y paren ustedes de contar.

En esta publicación, me gustaría resaltar esos hábitos que tenemos y que nos benefician de alguna forma. Y ¿qué me dicen de aquellos hábitos que no solamente nos benefician a nosotros, sino que aportan también a los demás?

Para que una acción pueda ser llamada hábito, tiene que ser algo que hagamos repetidas veces, a diario, con frecuencia. Una actividad que se ha vuelto indispensable en tu vida y que repites con agrado. Como, por ejemplo: Salir a caminar o a trotar, todas las mañanas. Aplicarte protector solar todos los días. Hacer llamadas a tus familiares o amistades. Meditar. Leer. Practicar algún deporte. Cuidar las plantas. Escribir. Abrazar. Estudiar. Tomar siestas.

Son muchas las cosas que intento establecer en mi vida como un hábito. Pero luego, tarde o temprano, termino descontinuándolo y/o lo pospongo, o lo sustituyo. Por ejemplo: Caminar como ejercicio, comer sano o eliminar el azúcar, usar bloqueador solar.

Sin embargo, sí tengo un par de hábitos que pase lo que pase no cambio y me mantengo realizándolos a diario:

Leer: Es una costumbre que realizo desde niña. Lo hago a diario y me gusta mucho. El hábito lector me ha proporcionado muchísimos beneficios, a nivel de escritura, habla y conocimientos.

Agradecer: El hábito de la gratitud se terminó de convertir en mi rutina diaria desde hace más o menos 14 años. Realicé a diario ejercicios que me ayudarán a convertir la gratitud en parte de mi día a día y ahora puedo decir que es un hábito que forma parte de mí. El agradecimiento es una herramienta muy bonita para vivir en bienestar.

Meditación musical: Este hábito me gusta mucho y cuando elijo el momento del día para hacerlo, se que lo disfrutaré mucho. Llevo practicándolo alrededor de 2 años apenas, pero ya está totalmente establecido en mi rutina diaria. Al menos una hora mínimo, le dedico a esta práctica, en la que me sumerjo en momentos de relajación, que me permiten reflexionar, agradecer, meditar, buscar soluciones, y muchísimas cosas más.

Escritura: Escribir es un hábito que descubrí hace casi ocho años, y son muchos los beneficios que me refleja, sobre todo el de liberar la mente y aprovechar de hacer catarsis. Participo en Hive, redactando diferentes contenidos y escribo a diario, produciendo diferentes relatos, entre ellos una novela que estoy dando forma y espero en algún momento publicar.