Han sido días de alegrías pero a su vez de mucha preocupación, organización y aprendizaje. Son días que nos ayuda a fortalecer nuestro espíritu, fe y alma. Días que suelen ser como un río buscando su cauce, contundentes, capaces de destruir a cualquier y siempre he sido de esas personas que aun a pesar de las circunstancias debemos sonreír y seguir soñando ya que si nos vamos arrastrados por el río perderíamos nuestro propio camino.

La vida y sus bellezas son indiscutiblemente hermosas en todos sus sentidos y por supuesto que eso dependerá de cada uno de nosotros. Ayer en la tarde casi noche, fui a casa de mi mamá a llevarle frutas para controlar un poco sus antojos y además que son muy buenas para las necesidades de mi madre en estos momentos. Estuvimos como una hora conversando en el jardín y mientras estuvimos ahí veíamos como algunas flores empezaron a florecer. Mi mamá ya había disfrutado anteriormente de este espectáculo floral y fue ayer donde pude verlo de cerca y por primera vez.

Fue un lindo momento porque además de ver la naturaleza hacer su trabajo lo logré disfrutar con mi mamá quién estaba muy entusiasmada de ver sus flores brillar en la noche lo que curiosamente me dio por preguntar el nombre de esa flor y en lo que ella me contestó - Está flor se llama Bella de noche - y sí, investigué un poco y efectivamente es así como está preciosa flor suele llamarse. En fin, fue un momento muy emotivo al lado de mi madre. Espero que les haya gustado esta lindísima flor.