Orando con la autoridad de Dios.

Es nuestro Oidor por excelencia, él siempre está atento a lo que decimos, a las oraciones que le vamos delante de él, Dios siempre actúa en respuesta nuestras oraciones.

Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! (PODEMOS LEERLO COMPLETO)

Dios nos ha entregado un gran privilegio, Dios nos permite acceder directamente a él en el nombre de Jesús en oración, Dios espera que clamemos a él y él provee de todo lo que necesitamos, Dios tiene preparado grandes planes para nosotros y nosotros debemos clamar a él por aquello que ella prometió, a través de este privilegio de la oración podemos interceder también por otras personas, por los santos, por aquellos que necesitan de Dios también.

16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Dios desea que nosotros seamos los primeros en reconocer la obra que hizo nuestras vidas a nuestro favor, recordemos la salvación que se nos fue ofrecida por gracia a través de la muerte de Jesucristo en la cruz del calvario, esto nos recuerda que somos simplemente instrumentos en las manos de Dios y por medio de la fe hemos sido justificados y nos ha hecho nueva criatura, nos hizo santos delante de Dios.

Veamos el cuadro de Elías (sería interesante leer el capítulo completo). El señor le envió para derrotar y también en un aspecto humillar al rey a Acab y a sus profetas de Baal que sumaban unos 450. Éste ha sido un conflicto visible pero profundamente espiritual, Elías demostraría quién era el verdadero Dios mediante un hecho sobrenatural delante del mismo séquito del dios Baal.

No contaba con armas carnales, su arma más poderosa era el conocimiento en el plan de Dios y su fe en que él haría algo a su favor, Elías tenía autoridad porque conocía que él era profeta de Dios. Su deseo y su petición a Dios era que se diera a conocer públicamente ante aquellos que eran sus adversarios, esto coincide perfectamente con la voluntad de Dios.

37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.

Inmediatamente después de la respuesta de Dios conforme a la petición del profeta Elías, el pueblo reconoció y declaró ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!.

39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!

Recordemos que nosotros somos hijos de Dios, que tenemos poder y autoridad en nuestra oración cuando estas sean alineadas a la voluntad de Dios, no hay dudas en que Dios obrará y responderá a nuestro favor.