Tu cuerpo lo sabe antes que tú: aprende a escucharlo

2025-05-15T10:23:33
Hay algo que he aprendido algo con los años, y es que el cuerpo no solo se enferma o se cansa, también habla. Y muchas veces, habla antes de que podamos ponerle palabras a lo que sentimos. No lo digo desde la medicina, sino desde la humanidad, porque hay momentos en los que me he exigido tanto que termino por llegar al punto en el que no he podido más, o me expongo a cosas que emocionalmente me afectan, pero no es mi cansancio el que me habla sino que es mi cuerpo quien me lo expresa.
Lo hace en forma de alguna molestia, con una sensación rara en el estómago, con tensión en el cuello, con respiraciones entrecortadas, de alguna forma me dice que debo prestar atención, que no soy una máquina. Y, estoy totalmente convencido de que si aprendemos a prestarle atención, el cuerpo puede funcionar como una especie de brújula emocional. A mí me ha pasado que entro a un lugar y, sin saber por qué, siento incomodidad. O estoy con alguien y mi energía se va al piso.
image.png/
Al en algún momento me llegué a decir que sólo era casualidad, que probablemente estaba muy cansado o un poco distraído, pero luego entendí que eran señales, que eran advertencias suaves que si uno ignora, terminan por gritar, y es ahí donde nuestro cuerpo nos habla.
Por ejemplo, para hacerme entender mejor (porque no estoy hablando de supersticiones), hay personas con las que uno habla cinco minutos y ya siente que necesita una siesta, o por lo menos alejarse. Otras veces, en cambio, uno se siente más liviano, como si respirar costara menos. Y es interesante, porque no se trata de que esas personas estén haciendo algo en particular, simplemente su presencia, su forma de estar en el mundo, sintoniza o no con la nuestra, ¿ya entienden de lo que hablo?.
Lo mismo pasa con ciertos espacios. He estado en oficinas, en casas, e incluso en cafeterías donde algo me hacía sentir incómodo. O al revés, lugares donde sin mucha lógica aparente uno se siente mejor, se siente en paz. Por eso insisto en que, aunque no podamos verlo, nuestro cuerpo está registrando todo: cómo se siente estar ahí, con quién estamos, qué decimos o dejamos de decir.
image.png/
Está más que estudiado que nuestra mente selecciona sólo unos pocos estímulos constantemente, y son esos los que vamos a hacer conscientes, el resto de estímulos terminan por ser ignorados, es algo llamado en psicología Percepción Selectiva, que se define como un mecanismo de procesamiento de información a través del cual nuestro cerebro selecciona, prioriza y procesa los estímulos que recibimos del ambiente..
Haré un pequeño break aquí, este sistema está afectado en algunas personas que están dentro del espectro Autista, tienen diferencias en el procesamiento sensorial y la atención selectiva, y esto lógicamente puede afectar la manera en que se percibe y responde al entorno, es por ello que podemos ver Hiper e hiposensibilidad sensorial, Dificultad para cambiar el foco de atención, entre otras expresiones. Estoy revisando contenido al respecto, porque me di cuenta que mi conocimiento era poco profundo. Pero, aunque no parezca, está relacionado con lo que etoy planteando en esta publicación, porque nuesto cuerpo habla.
image.png/
Siguiendo con el tema, también lo comentado anteriormente me pasa con algunas actividades. Hay cosas que me drenan, incluso si son "importantes". Y otras que me revitalizan aunque me demanden energía física. A veces pasa que una reunión de una hora deja más cansancio que un día entero haciendo cosas manuales.
Pero en lugar de juzgarnos por eso, deberíamos preguntarnos qué es eso que nos está queriendo decir el cuerpo. Tal vez es que estamos forzando una situación, o que ese trabajo, esa rutina o ese compromiso ya no encajan con lo que somos o con lo que necesitamos. Entonces, escuchar el cuerpo es, en ese sentido, una forma de honestidad.
Quiero aclarar, no quiero sonar a libro de autoayuda, porque sé que no siempre podemos elegir. Muchas veces hay que convivir con lo que toca. Me llegó a pasar con algún trabajo, donde no quería estar, pero me tocaba. Pero incluso ahí, en medio de las obligaciones y los “debo hacerlo”, podemos registrar lo que sentimos. Aunque no podamos cambiar una situación*(porque es escapa de nuestras manos)*, saber cómo nos afecta ya es un paso importante. Porque a veces creemos que algo nos está saliendo mal, cuando en realidad solo estamos desalineados. Estamos haciendo cosas que no resuenan con nosotros, y el cuerpo, que es sabio, nos avisa.
Así que esto es más una invitación que un consejo. Una invitación a detenerte un momento y observarte, y repito lo que dije en un post anterior, haste preguntas: ¿cómo reacciona tu cuerpo cuando estás con cierta persona?, ¿qué pasa en tu respiración cuando entras a ese lugar?, ¿cómo se siente tu pecho después de realizar esa actividad? No se trata de vivir evitándolo todo, sino de reconocer qué te hace bien y qué no. Porque, al final, esa brújula que llevamos dentro rara vez se equivoca. Solo hay que aprender a escucharla. Que tengan todos un bonito día.
/
154
1
11.87
1 Replies