Desde que empecé a manejar bicicleta nuevamente, he entendido algo que escuché de otro ciclista: "Lo que inviertas en el ciclismo lo ahorras en farmacias".
No es fácil reconocer que debemos hacer cambios drásticos en nuestras vidas, pero no debería ser difícil manejar un poco mejor las decisiones que día a día tomamos y muchas veces hasta ignoramos.
Es importante entender que el ejercicio físico no es solo algo que debemos hacer para estar saludables, sino que más allá de eso, es una necesidad estructural de nuestros cuerpos. Caminar, hacer uso de nuestras capacidades es solo el comienzo de oportunidades gigantes de obtener buena salud pero también al nivel de poder sentirnos bien mentalmente.
En mi caso siempre he estado pendiente de hacer actividades físicas, entrenar, practicar deportes. Es natural en mí, pero tampoco es algo aislado si en tu caso no has tenido la oportunidad de hacerlo. Sigue siendo el primer paso para dar con un mejor estilo de vida, por más que no disfrutes los deportes o cualquier tipo de actividades similares.
La mayor razón no viene siendo lo que opinamos sobre el esfuerzo físico, sino lo que dicho trabajo consigue a nivel estructural en tu cuerpo, consiguiendo drenar o liberar estrés que acumulamos con malas posturas, exceso de esfuerzo o trabajo constante, etc.
Algo que creo merece también la pena hablar de, es el tema de convivencia y compartir con otras personas. Bien sea por actividades al aire libre o en espacios cerrados, tenemos ese reto de sentirnos mejor en lo colectivo, impulsando o apalancándonos como un equipo a la hora de solucionar problemas, compartir alegrías y buenas actitudes/aptitudes.
No le des muchas vueltas. Ejercita un poco. 10 minutos al día pueden hacer una gran diferencia a largo plazo. Eso sí, no desesperes si no ves cambios inmediatos, pues los mejores resultados se ven después de meses y años de buen espíritu, alegrías y por qué no, superación de obstáculos o logro de metas a partir de esfuerzos importantes a nivel físico y mental.
¡Salud!