Las gotas de sudor corrían por mi rostro, mis pulmones transpiraban a gran velocidad, sentía el pulso en mis arterias carótidas, mis ojos inyectados en sangre traducían un odio irracional, un odio que no sentía. Mire la mano derecha y tenía agarrado el cuchillo con fuerza, comencé a avanzar a pasos firmes, Gabriela, Gabriela donde te escondiste? Grité con rabia mientras pensaba el porqué estaba haciendo esto si no era mi intención. Podía sentir su respiración agitada dentro del closet, de un manotazo abrí las puertas y ahí estaba,llorando con las manos cubriendo su cabeza. La miré y una lágrima recorrió mi cara y un sentimiento de lástima me abrazó, levanté mi brazo derecho y apuñale sin piedad su pequeño cuerpo mientras sus sollozos se apagaban poco a poco. De repente abrí los ojos y me encontraba en mi cama con Gabi a mi lado, todo fue un sueño me dije mientras limpiaba mi rostro aún húmedo, me giré hacia su lado y la abracé, era tan satisfactorio sentir su cuerpo rígido sus manos fías, la boca entreabierta, los ojos fijos y su cabeza hiperextendida y demacrada, era sin dudas el amor de mi vida .