Hola querido hiver.El Principado de Andorra tiene una corta variedad de actividades económicas, lo que no impide que sea un territorio fructífero. Por un lado, se considera como paraíso fiscal y atrae las fortunas de los países cercanos que desean evadir impuestos en sus lugares de origen; por otro, su situación en pleno corazón de los Pirineos lo convierte en un destino perfecto para los amantes de los deportes de nieve; por último, su régimen fiscal ha favorecido el intercambio de bienes comerciales desde hace décadas aunque, como te cuento a lo largo de esta publicación, los productos han variado sustancialmente.

Hola, querido hiver.Sigo echando de menos a mi peludo mientras me acomodo a la vida sin él. El tiempo continúa pasando y llevándose con él mis lágrimas. Incluso en alguna jornada he conseguido no derramar ninguna, sobre todo porque he mantenido la mente ocupada con diversos asuntos para no rumiar ni regodearme en la tristeza.

Hola querido hiver.Retomo las publicaciones de fotografía tras la pausa de la semana pasada, en la que mi vida se volvió del revés. Pero hay que continuar y hacer las cosas que me gustan se convierte en una excelente manera de renovar la motivación.

Hola, querido hiver.Esta ha sido una de las semanas más difíciles de mi vida. Adelanté mis preocupaciones en mi diario del domingo pasado y confirmé la dura realidad en el homenaje que publiqué el jueves. Hoy no me regodearé en el dolor, que por supuesto ahí sigue. El tiempo es el mejor aliado y estoy dejando que se ocupe.

Hola, querido hiver.Sabía que este día llegaría y sabía que dolería pero no me imaginaba cuánto. Hoy mis letras van para mi mejor amigo, mi perrito Rocky.Eras mi pequeño pero dejas un hueco enorme. Un vacío que nada ni nadie podrá llenar nunca. Hasta tu último suspiro fuiste generoso evitándonos tomar una decisión que nos pesaría en el alma durante toda la vida y te marchaste solito para que cuando volviéramos a verte estuvieras dormidito como acostumbrabas.

Hola, querido hiver.Me descubro haciendo cosas innecesarias a diario, perdiendo un tiempo precioso que podría invertir en lo que me acerca a mi propósito y a la tranquilidad. Incluyendo el simple y preciso descanso. El verano y su descenso de actividad general están ayudándome a recuperar ese tiempo, probándome que mi valor como persona no es exclusivo de lo que hago, que mi esencia va más allá de mis labores y que, para variar, me equivocaba al confundirlos.