En la vida, uno siempre se plantea metas u objetivos. Y aunque este año dije que no iba a planificar nada, por muchas cosas que prefiero ya no mencionar, se siente muy bien poder alcanzar una meta que surgió desde que era niño. Desde pequeño siempre me llamaba la atención cómo funcionaba una televisión o un teléfono, me parecía que todo era magia. Esa curiosidad hizo que terminara obteniendo un título como ingeniero en telecomunicaciones. Pero desde pequeño siempre admiraba a los chefs, me encantaba la forma de sus gorros y viendo un programa de cocina, dije que algún día yo usaría uno. Adicionalmente, que mezclar ingredientes y llevarlos a un horno y que saliera un bizcocho, me parecía mágico.