A diferencia de hoy, mis momentos en Hive, son antes del amanecer. Cuando no ha salido el sol y en el silencio casi total y con la luz apenas necesaria para alumbrar el teclado, me siento a escribir mis ocurrencias, a veces reflexiones y otras vivencias nuevas o viejas.
En ocasiones poesía o narrativa ficticia, que tiene algún significado o alumbra mi visión de la realidad.
Una realidad incierta en el mundo real y en el digital, donde todo es reflejo de los sucesos afuera, cuando no ilusiones.