Una gran salida, con buena gente, muy agradable, y con sorpresas que de una u otra manera marcan nuestras vidas, para bien. Ya que, en esta ocasión, Doña, hacía muchos años que no se metía al agua, por lo que ahora atreverse a invitarnos a hacerlo con ella es un lindo gesto, y nos llena de alegría. Buenos amigos, este fue un pequeño pero significativo compartir, en Lechería, Venezuela.