Last Saturday, taking advantage of the early hours of the morning, I decided to go out for a bike ride to complete a route that I knew was around 15 kilometers there and back.
I left around 7:30 in the morning, a time that I consider ideal since you can still breathe the fresh air of the mornings, with temperatures below 20 degrees and with the tropical sun still rising from the East of the city, still with a soft light, and causing a certain backlight during the first stretch, since my advance is coincidentally in a west-east direction.
Another thing I like about going out early in the morning on weekends is the relative lack of vehicle traffic, which makes it possible to enjoy the ride a little more.
One of the peculiarities of this route is that a good part of it is completed on main avenues that are usually high-traffic, and that additionally lack bike lanes, so it requires a lot of attention, since you often share the slow lane with many buses, which in my opinion, are the most feared characters of the already hectic Caracas traffic.
On the way back, I took a route through the Los Palos Grandes area, an important residential and commercial sector of the city, I had a pleasant surprise when I saw a bike lane on the third transversal, in an east-west direction, that reaches all the way to the Country Club, so I was able to discover and take advantage of that route of approximately 3 kilometers of bike lanes!
Through this area, I saw some groups of cyclists, I must say that they are more common towards the east of the city, mostly made up of adults, with whom I exchanged distant greetings, to then continue like a lone wolf immersing myself in the tree-lined streets of the Country Club, one of the most exclusive developments in the city.
In total, I completed a route of about 17 kilometers in approximately 1 hour and 15 minutes, where the way there was harder due to the elevation and some slopes, and I must admit that the way back was much more smooth and contemplative.
Español
El pasado sábado, aprovechando las primeras horas de la mañana, me dispuse a salir en bicicleta para realizar un recorrido que sabía estaba alrededor de los 15 kilómetros de ida y vuelta.
Salí alrededor de las 7:30 de la mañana, hora que me parece ideal ya que aún se respira el aire fresco de las mañanas, con temperaturas por debajo de los 20 grados y con el sol tropical aún terminando de salir desde el Este de la ciudad, aún con una luz suave, y provocando cierto contraluz durante el primer trayecto, ya que mi avance es casualmente en dirección oeste-este.
Otra cosa que me gusta de salir temprano en la mañana de un fin de semana, es la relativa poca afluencia de vehículos, lo que hace posible disfrutar un poco más del recorrido.
Una de las particularidades de esta ruta es que buena parte la realizo por avenidas principales que en días normales son de alto tráfico, y que además carecen de ciclovías, así que exige mucha atención, ya que se suele compartir el canal lento con muchos autobuses, lo que a mi parecer, son los personajes más temidos del ya alocado tráfico caraqueño.
En el regreso, tomé una ruta por la zona de Los Palos Grandes, importante sector residencial y comercial de la ciudad, tuve una grata sorpresa al ver un canal de ciclovías en la tercera transversal, en dirección este-oeste, que llega justamente hasta el Country Club, así que pude conocer y aprovechar esa ruta de aproximadamente unos 3km de ciclovías.
Por esta zona vi algunos grupos de ciclistas, debo decir que son más comunes hacia el este de la ciudad, conformados sobre todo por gente adulta, con quienes intercambié saludos distantes, para luego seguir como un lobo solitario internándome en las arboladas calles del Country Club, una de las urbanizaciones más exclusivas de la ciudad.
En total, hice un trayecto de unos 17 kilómetros en aproximadamente 1 hora y 15 minutos, donde la ida resultó más fuerte debido a la elevación y algunas pendientes, y debo reconocer que el regreso fue mucho más suave y contemplativo.
